Ayer vino Núria, a renovarse sus gafas porque se le habían roto las suyas. Es clienta de hace años y siempre confía en mi criterio, un gusto. Es sincera, sabe lo quiere pero siempre me pregunta, ¿a ti qué te parece? Las últimas gafas que le hice sólo le pusimos lentes, la montura la trajo ella. La vió en un escaparate y se enamoró. Es una buena marca, que trabaja con buen acetato y es fácil de manipular así que en principio no debería haber problema para adaptarla a la persona. Qué te parece? La veo una poco pequeña. Pero tanto le gustaba que quiso hacérsela. Tres años más tarde, ayer, vuelve con la montura rota y un no sabes que ganas de cambiármela! que a disgusto la he llevado, se me clavaban en la zona parietal, yo creo que incluso me han dejado un surco de por vida!.” Núria tiene una graduación media-alta y cuando le pones las lentes, por muy reducidas que sean, el peso se nota, y una cosa es probártelas con los talcos de presentación y otra con las lentes, y eso debe tenerse en cuenta. Y eso de que era un poco pequeña le ha pasado factura. Las gafas deben ir con un guante. Al final las llevamos puestas en la cara muchas horas, algunos todo el día.
Ayer sabía muy bien lo que buscaba, una montura finita, pero de pasta, que las de metal no las soporto porque se me clavan. Debo tener la piel de la nariz muy fina. Sí, tu y todos! Su marido añade, si es que todo se nos mueve y descoloca con los años! Reímos. Pero cuánta razón! Quiero un poco de color, pero sobria, que ya tengo una edad! Pero esta no, que es de abuela, no? y no soy tan mayor! Si, ésta está bien, pero mejor la otra para tus dioptrías, podremos disimular más el grosor. Y es así, con paciencia y de una en una como conseguimos encontrar la muntura perfecta para cada persona. Nos cansamos de ver gafas que no se ajustan a la cara de la persona. Sobretodo lo hemos notado desde que llegó la moda del low cost en el sector óptico. Materiales de muy baja calidad que no dilatan y que no nos permiten adaptarlas. Y con todas estas ofertas de montura y lentes a precio cerrado abundan monturas grandes para caras pequeñas, monturas pequeñas para caras grandes, puentes que no encajan, varillas cortas, formas que no son las adecuadas según la graduación… Escoger la montura no es sólo moda.
Existen pequeñas normas de estética que pueden ayudarnos a hacernos una idea. Sea como sea, para todo lo demás, que incluye valorar el caso en función de las dioptrías, nosotros os asesoraremos encantados, se trata de que confiéis en nuestro cristerio para la decisión final. Es nuestro pan de cada día, nuestro trabajo, que nos apasiona!
Núria al final, escogió muy bien. Creemos que está contenta y nosotros también del trabajo conjunto. Gracias!
