Desde que el low cost se apoderó de nuestra sociedad muchos nos hemos acostumbrado a aceptar las bajas calidades sin siquiera preguntarnos si eso es realmente un precio justo. Recuerdo frases como «lo barato sale caro» o la que me dice mi marido que me encanta «bueno bonito barato dura poco rato«, ésa me la he apropiado. No quiero olvidarlo, porque quiero valorar las cosas bien hechas, en todo. Y es que a muchos nos gusta estrenar camiseta a menudo, pero no me diréis que no da rabia cuando ves el resultado, a los dos lavados le aperecen esos agujeritos pequeñitos. Yo le he llegado a preguntar al Sr. Google si sabe si son las polillas, los ratoncitos, que no el Pérez, o si es que lavo demasiado o qué diantre es. Pues no, que al final resulta que es la calidad. Y es que pretendo que esa camiseta que no llega a 10€ me aguante toda la temporada? NO. No es posible. Y es que el low cost, pronto moda y todo lo que ya conocemos nos ha arrastrado y si te dejas llevar te ves consumiendo lo que no necesitas a un precio barato, que no justo.
Leo que está viniendo una fuerte corriente del norte de Europa que apuesta por el cambio. Por frenar el consumismo, por volver a valorar un buen tejido, a comprar lo que realmente necesitamos, y si te compras este año un abrigo que lo puedas usar unos cuantos inviernos más. No os habéis dado cuenta que es habitual que se compre cada año un abrigo, unas botas?..todo cíclico.
Esta tendencia va unida a la sostenible, a una alimentación saludable, a frenar la contaminación del planeta, a poner atención en el uso desmesurado de los plásticos, a cuidar, con pequeños gestos que suman mucho, nuestro querido planeta azul.
Todo esto para deciros que nosotros también creemos que alguna cosa está cambiando. Que mucha gente joven apuesta por ello y que son capaces de valorar las cosas bien hechas.
Y a nuestro sector llega también este nuevo aire. Empresas que han definido su camino en base a la calidad de sus productos.
En este post quiero presentaros nuestra colección MARTINA. Es un gusto tener entre manos unas gafas así. Ver como brilla su acetato, como las varillas llevan bisagras como las de antes. Te las pones y sientan como un guante. Y que si es necesario se pueden ajustar porque su material lo permite! y es que hoy en día circulan por el mercado muchas que no permiten manipulación alguna. Básicamente, plásticos.
Y a parte de su calidad lo que nos gusta es su historia .
Pensada y diseñada por ópticos .
Dos ópticos que buscaron en su historia. Tres generaciones atrás. Y que encontraron su inspiración en modelos en completa tendencia a los que dieron vida de nuevo. Gafas nacidas en el corazón de San Antonio en Barcelona. Un homenaje a aquel tiempo en que las gafas eran pura artesania.
Con la colección MARTINA encontramos la esencia de Òptica de mercat. Calidad y proximidad a un precio justo.
Add Comment